En el conflicto familiar más sonado de España durante este año, protagonizado por Kiko Rivera e Isabel Pantoja, ha llevado al hijo a cuestionarse sobre cuál es su finalidad en este mundo. Es decir, Kiko se pregunta si su “karma” es estar bañado en deudas eternas producto de hipotecas mientras los demás miembros de la familia están como si nada.
Con exactitud, Kiko Rivera dijo que: «Todas las demás casas están libres, el único que está jodido soy yo».
Esto sucedió en un momento fuera de cámara, donde estaba drenando lo que realmente sentía. Además, no salía de la sorpresa del contenido que vio en el programa especial “Cantora, la herencia envenenada”, donde Pantoja le acusa directamente de haberle robado y engañado.
Antes de la entrevista
Muchas cosas se hablaron antes de la entrevista oficial y, por suerte, fueron captadas por la cámara. En estos incisos, Kiko explicaba cómo han sucedido las cosas y cómo podía haberse evitado algunos factores que fueron determinantes en la problemática y, más aún, prevenir la querella fuer de manejo público.
La Pantoja estaría muy acostumbrada a la atención. Ella está acostumbrada a que, si le pasa algo, todos tienen que estar allí para consolarla. Ella solía a llamar a Kiko a la 3:30 AM para que fuese a socorrerla emocionalmente sin importar que estuviese a hora y media de camino.
Kiko insiste en decir: «Pudo llamarme y explicarme todo y en lugar de eso lo que ha hecho es conceder un comunicado y una entrevista que va a hacer».
¡Durante la publicidad, ¡el DJ exclamó, sarcásticamente, que solo ha estado sin deudas en su ‘primer año y 5 minutos de vida’ y, de repente, Santa Pascas!”
Enfatizó que las demás casas estaban liberadas de deudas y, su propiedad, es la única que permanece con deudas. Por eso está profundamente decepcionado y lanza la expresión «¿Para qué he nacido yo?», sin querer aceptar la tendencia financiera que le marca el destino.
La decisión de Kiko Rivera tras su entrevista
El periodista Omar Suárez ha tenido un encuentro con Irene Rosales muy cerca de las puertas de su casa. La mujer de Kiko no tenía muchas ganas de hablar y cuando lo hizo, cuidaba muy bien sus palabras.
Está claro que la decisión de Kiko era hacer una sola aparición en Telecinco, dar una descarga, y luego guardar silencio para no remover más el asunto. Si alguien va a echar freno en esta pelea, sería Kiko Rivera.