La vida de los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry, no será la misma después de abandonar la realeza y mudarse a California para disfrutar de una vida de plebeyos.
Sin embargo, aun siguen guardando detalles de su vida privada, como, por ejemplo, el hecho de no revelar muchos detalles sobre la llegada de su segunda hija. No obstante, la duquesa ya ha hecho públicos algunos detalles, como las circunstancias en las que dará a luz, quizás porque que ya no es parte de la familia real del Reino Unido.
Todo apunta a que esta vez, la todavía duquesa de Sussex podrá dar a luz a su hija en casa, tal y como tenía previsto para su primer embarazo, que debía tener lugar en 2019 en la residencia Frogmoré Cottage.
Una fuente cercana a la pareja dijo al medio Page Six que, salvo el improbable caso, la esperada hija de Meghan y Harry nacerá en su mansión de Montecito, California, donde viven desde finales de julio pasado. La decisión de la pareja fue mantener en secreto la noticia del nacimiento del bebé antes de anunciarlo, por si alguien iba a alertar a la prensa cuando entraran en el hospital.
«Megan había planeado dar a luz en Frogmoré Cottage cuando estaba embarazada de Archie, pero los médicos finalmente le recomendaron ir a un hospital privado en Portland, Londres, para dar a luz», dijo la fuente.
También señaló que si el parto resulta difícil, su mansión está justo al lado del Santa Barbara Cottage Hospital, uno de los mejores hospitales de Norteamérica, para asistirla en caso de emergencia.
En una impactante entrevista con Oprah Winfrey el pasado 7 de marzo, Meghan Markle y Harry revelaron que están esperando una niña que, a diferencia de su hermano mayor, nacerá en Estados Unidos, ya que la pareja no viajará a Londres para reunirse con la familia real y debido a la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus. Su decisión parece ser determinante.
