El mundo de Meghan Markle, antes de conocer a Harry, estaba lleno de cámaras, pero también de poca ostentosidad. Si bien, vivía en un bello y suntuosa hogar previo a esta etapa de su vida, no era lo que se podría imaginar.
La duquesa de Sussex residió en una casa colonial rodeada por palmeras, ubicada en Hancock Park, una zona muy tranquila de Los Ángeles. Allí estuvo en los años 2011 y 2013 con su expareja, Trevor Engelson, productor de cine.
La residencia donde vivía la madre de Archie se dio a conocer en las últimas semanas, puesto que se reveló que fue puesta en el mercado por un precio de 1,8 millones de dólares. ¡Nada mal!
En el interior de la propiedad, podemos ver el excelente diseño de interiores: muebles blancos mezclados son cojines dorados y azules, mesas redondas de bronce, cuadros, plantas, y amplitud. Estas son solo algunas de las cosas que destacan en su anterior hogar.
Asimismo, la propiedad de Markle cuenta con 600 metros cuadrados, grande, pero pequeño para lo que vino después al dar el sí con el príncipe Harry. En otra de las imágenes divulgadas por los medios, se observa una chimenea, una espaciosa cocina con mesa para dos decorada con obras de arte.
La habitación principal es uno de los cuartos que mayor sobresalta. Es de un estilo suite por lo espaciosa que es, decorada con muebles, varias mesas ratones y de luz, así como un sillón. En total la propiedad cuenta con 4 cómodas habitaciones.
Actualmente, Meghan Markle y Harry viven en Montecito, California, en una lujosa y gigantesca mansión que cuenta con 9 habitaciones y 16 baños. Acá residente desde el verano pasado, lejos de las polémicas de la corona real británica.
